Mamá cerdita se fue
y no sabemos por qué.
Grandullón, mediano y pequeñín,
se quedaron sin casa y sin violín.
Los tres cerditos construyeron
una casa como pudieron.
Pequeñín se hizo una casa de paja,
donde solo cabía él porque era muy baja.
Mediano se hizo la casa de madera,
porque así es más duradera.
De ladrillo se la hizo Grandullón,
para que no entre ningún ladrón.
Apareció el lobo
y como no es bobo,
a la casa de Pequeñín se acercó
y de un soplido la derrumbó.
Pequeñín asustado corría
y a casa de Mediano acudía.
El lobo, muy enfadado,
la casa de Mediano también ha derrumbado.
Los dos cerditos fueron a casa de Grandullón
porque era su única salvación.
Dijo el lobo: ¡Mejor, así me como a los tres
y tendré comida para todo el mes!
Con una excavadora vino satisfecho
de derrumbar el techo.
A los tres cerditos les dio mucha pena,
e invitaron al lobo a una cena.
Así fueron felices
y comieron perdices.
Con "p" de Primaria
viernes, 3 de junio de 2011
Una promesa es una promesa
Esta es la historia de un duendecito llamado Jim, que a pesar de ser amable, alegre y juguetón, se fue quedando sin amigos, ¡vamos! ¡ni siquiera lo quería mirar el sol! Y es que a Jim le encantaba hacer promesas por doquier; daba su palabra por acá, por allá, por ahí y también por aquí.
Ocurrió un día que iba a haber una gran fiesta en el bosque para celebrar el cumpleaños de los grandes robles ¡cumplían trescientos añitos nada más! Y el bosque entero, con todas sus criaturas (las mágicas y las que no lo son) se estaban organizando para la gran celebración. Y entre tanto barullo sobresalió la voz de Jim, que de inmediato se puso a prometer que llegaría primero que todos para adornar el bosque entero, y que también hornearía el pastel, prometió además que luego de la fiesta él iba a limpiar todo y a lavar los trastos, incluso le prometió a todas las duendecitas que bailaría con ellas al menos una vez. Habiendo dicho eso los habitantes del bosque quedaron sorprendidos, y tomando la palabra del duende quedaron muy seguros que la fiesta sería grandiosa y de lo más divertida. Pues llegó por fin el tan esperado día del evento; pero cuando fueron llegando todos los invitados se desilusionaron enormemente, porque el bosque se veía como siempre se ve, no había guirnaldas de flores, ni faroles de colores, no había serpentinas, ni mantelitos, no había ni una sola decoración, todo estaba en silencio total. Y los distinguidos festejados se veían con sus hojitas tristes, pues de verdad esperaban una gran fiesta para celebrar que habían sido ellos los fundadores de aquellos bosques; así que de inmediato todos los demás, desde pequeñas luciérnagas y hadas hasta los trolls y las ardillas comenzaron a trabajar a toda prisa para adornar el lugar. Pero luego notaron que ni siquiera tenían el pastel de cumpleaños para festejar, y todos sabemos que un cumpleaños sin pastel con velitas encima es muy triste, porque se supone que uno puede pedir un deseo que se hará realidad, y sin pastel y sin velitas los grandes robles no podían pedir su deseo, así que su hojitas se pusieron todavía más tristes. Pues así tristes estaban todos, porque hornear un pastel tan grande no era cosa fácil ni rápida y tardarían toda la tarde, y cuando llegaron las duendecitas, con sus vestidos de pétalos fragantes notaron que no había fiesta, ni música, que todos estaban tristes y molestos y sobre todo notaron que el duendecito Jim no aparecía por ningún lado, y las duendecitas, que estaban todas ilusionadas por bailar con Jim, también se sintieron tristes y enojadas, y al ver eso, los grandes robles no pudieron más y se soltaron a llorar, porque la fiesta no era alegre, ni divertida, y todos tenían las caritas fruncidas, y algo muy dentro del bosque comenzó a temblar, comenzó a resquebrajarse, sonaba como un montón de galletas rompiéndose a la mitad ... y, en efecto, algo se había roto por la mitad ... ¡ERA EL CORAZÓN DEL BOSQUE! ... Al escuchar aquel estruendo Jim despertó de la siesta que estaba tomando en lo profundo de los pétalos de un dulce tulipán, y salió corriendo a ver qué ocurría, y cuando llegó al bosque notó que todos los árboles estaban partidos por la mitad, que todas las hadas, los duendes, los trolls, las aves, los colibríes y todos los demás estaban tristes, enojados y nadie quería hablar con él. “¡PERDÓN! ¡PERDÓN!” –gritaba Jim– pero ya nadie lo quería oír, el corazón del bosque estaba roto, y también el corazón de sus amigos, porque Jim les había prometido muchas cosas y ninguna la había cumplido, y es que Jim no entendía que al hacer una promesa, no sólo se dicen palabras, en una promesa se entrega la confianza, de quien la hace y de quien la cree, en una promesa se entrega el alma, se da la amistad y el cariño, con una promesa uno dice “te quiero” “ me importas”, en una promesa se da también el honor, se entrega nuestra palabra ¡una promesa es una promesa! ¡No es cualquier cosa! Una promesa no es algo que se puede echar a la basura, el duendecito Jim no entendía que una promesa que no se cumple abre una herida, una promesa vacía va rompiendo el corazón de a poquito y lo deja un poco desilusionado, vacío y dolorido. Pero al ver todo lo que había causado, el duendecito Jim sacó de su sombrero un trébol de cuatro hojas, lo frotó en sus manos y salió un gran arco iris que remendó el corazón del bosque y lo llenó de color, y al final de aquel mágico arco iris no había una olla con monedas de oro, sino un enorme pastel de cumpleaños con trescientas velitas encendidas para que los grandes robles pudieran pedir su deseo, y con el arco iris llegaron las musas, que de inmediato comenzaron a tocar hermosas melodías y trajeron de vuelta la sonrisa a todas las criaturas del bosque y tuvieron la fiesta que tanto querían, porque Jim, el duendecito, lo había prometido, y también prometió no volver a romper otra promesa nunca más, pues ahora sabía lo que significaban en verdad. Y así pasaron toda la noche festejando y bailando todas las criaturas del lugar, mientras Jim se arremangaba la camisa ¡pues tenía muchos trastos que lavar!
Ocurrió un día que iba a haber una gran fiesta en el bosque para celebrar el cumpleaños de los grandes robles ¡cumplían trescientos añitos nada más! Y el bosque entero, con todas sus criaturas (las mágicas y las que no lo son) se estaban organizando para la gran celebración. Y entre tanto barullo sobresalió la voz de Jim, que de inmediato se puso a prometer que llegaría primero que todos para adornar el bosque entero, y que también hornearía el pastel, prometió además que luego de la fiesta él iba a limpiar todo y a lavar los trastos, incluso le prometió a todas las duendecitas que bailaría con ellas al menos una vez. Habiendo dicho eso los habitantes del bosque quedaron sorprendidos, y tomando la palabra del duende quedaron muy seguros que la fiesta sería grandiosa y de lo más divertida. Pues llegó por fin el tan esperado día del evento; pero cuando fueron llegando todos los invitados se desilusionaron enormemente, porque el bosque se veía como siempre se ve, no había guirnaldas de flores, ni faroles de colores, no había serpentinas, ni mantelitos, no había ni una sola decoración, todo estaba en silencio total. Y los distinguidos festejados se veían con sus hojitas tristes, pues de verdad esperaban una gran fiesta para celebrar que habían sido ellos los fundadores de aquellos bosques; así que de inmediato todos los demás, desde pequeñas luciérnagas y hadas hasta los trolls y las ardillas comenzaron a trabajar a toda prisa para adornar el lugar. Pero luego notaron que ni siquiera tenían el pastel de cumpleaños para festejar, y todos sabemos que un cumpleaños sin pastel con velitas encima es muy triste, porque se supone que uno puede pedir un deseo que se hará realidad, y sin pastel y sin velitas los grandes robles no podían pedir su deseo, así que su hojitas se pusieron todavía más tristes. Pues así tristes estaban todos, porque hornear un pastel tan grande no era cosa fácil ni rápida y tardarían toda la tarde, y cuando llegaron las duendecitas, con sus vestidos de pétalos fragantes notaron que no había fiesta, ni música, que todos estaban tristes y molestos y sobre todo notaron que el duendecito Jim no aparecía por ningún lado, y las duendecitas, que estaban todas ilusionadas por bailar con Jim, también se sintieron tristes y enojadas, y al ver eso, los grandes robles no pudieron más y se soltaron a llorar, porque la fiesta no era alegre, ni divertida, y todos tenían las caritas fruncidas, y algo muy dentro del bosque comenzó a temblar, comenzó a resquebrajarse, sonaba como un montón de galletas rompiéndose a la mitad ... y, en efecto, algo se había roto por la mitad ... ¡ERA EL CORAZÓN DEL BOSQUE! ... Al escuchar aquel estruendo Jim despertó de la siesta que estaba tomando en lo profundo de los pétalos de un dulce tulipán, y salió corriendo a ver qué ocurría, y cuando llegó al bosque notó que todos los árboles estaban partidos por la mitad, que todas las hadas, los duendes, los trolls, las aves, los colibríes y todos los demás estaban tristes, enojados y nadie quería hablar con él. “¡PERDÓN! ¡PERDÓN!” –gritaba Jim– pero ya nadie lo quería oír, el corazón del bosque estaba roto, y también el corazón de sus amigos, porque Jim les había prometido muchas cosas y ninguna la había cumplido, y es que Jim no entendía que al hacer una promesa, no sólo se dicen palabras, en una promesa se entrega la confianza, de quien la hace y de quien la cree, en una promesa se entrega el alma, se da la amistad y el cariño, con una promesa uno dice “te quiero” “ me importas”, en una promesa se da también el honor, se entrega nuestra palabra ¡una promesa es una promesa! ¡No es cualquier cosa! Una promesa no es algo que se puede echar a la basura, el duendecito Jim no entendía que una promesa que no se cumple abre una herida, una promesa vacía va rompiendo el corazón de a poquito y lo deja un poco desilusionado, vacío y dolorido. Pero al ver todo lo que había causado, el duendecito Jim sacó de su sombrero un trébol de cuatro hojas, lo frotó en sus manos y salió un gran arco iris que remendó el corazón del bosque y lo llenó de color, y al final de aquel mágico arco iris no había una olla con monedas de oro, sino un enorme pastel de cumpleaños con trescientas velitas encendidas para que los grandes robles pudieran pedir su deseo, y con el arco iris llegaron las musas, que de inmediato comenzaron a tocar hermosas melodías y trajeron de vuelta la sonrisa a todas las criaturas del bosque y tuvieron la fiesta que tanto querían, porque Jim, el duendecito, lo había prometido, y también prometió no volver a romper otra promesa nunca más, pues ahora sabía lo que significaban en verdad. Y así pasaron toda la noche festejando y bailando todas las criaturas del lugar, mientras Jim se arremangaba la camisa ¡pues tenía muchos trastos que lavar!
Pintar un tren
NO SÉ SI PODRÉ
CON UNOS CUANTOS COLORES
PINTAR UN TREN.
TENGO EN LA CARTERA UN LÁPIZ,
UN SACAPUNTAS, LA GOMA,
Y UN PEDAZO DE PAPEL.
LA MÁQUINA VA DELANTE,
CADA VENTANA ES UN CUADRADO,
CADA RUEDA UN REDONDEL,
LA CHIMENEA ES UN TUBO,
Y EL HUMO SON CARACOLES
QUE SUBEN UN TERRAPLÉN.
CON UNOS CUANTOS COLORES
PINTAR UN TREN.
TENGO EN LA CARTERA UN LÁPIZ,
UN SACAPUNTAS, LA GOMA,
Y UN PEDAZO DE PAPEL.
LA MÁQUINA VA DELANTE,
CADA VENTANA ES UN CUADRADO,
CADA RUEDA UN REDONDEL,
LA CHIMENEA ES UN TUBO,
Y EL HUMO SON CARACOLES
QUE SUBEN UN TERRAPLÉN.
sábado, 14 de mayo de 2011
Carta sin deespedida
A veces,
mi egoísmo
me llena de maldad,
y te odio casi
hasta hacerme daño
a mí mismo:
son los celos, la envidia,
el asco
al hombre, mi semejante
aborrecible, como yo
corrompido y sin
remedio,
mi querido
hermano y parigual en la
desgracia.
A veces -o mejor dicho:
casi nunca-,
te odio tanto que te veo
distinta.
Ni en corazón ni en alma
te pareces
a la que amaba sólo
hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible
y por lejano-.
Pero el odio también me
modifica
a mí mismo,
y cuando quiero darme
cuenta
soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo
nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,
igual que tú,
el cabello largo.
Cuando sonríes,
yo te reconozco,
identifico tu perfil
primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como
sigues
siendo,
como serás ya siempre,
mientras te ame.
mi egoísmo
me llena de maldad,
y te odio casi
hasta hacerme daño
a mí mismo:
son los celos, la envidia,
el asco
al hombre, mi semejante
aborrecible, como yo
corrompido y sin
remedio,
mi querido
hermano y parigual en la
desgracia.
A veces -o mejor dicho:
casi nunca-,
te odio tanto que te veo
distinta.
Ni en corazón ni en alma
te pareces
a la que amaba sólo
hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible
y por lejano-.
Pero el odio también me
modifica
a mí mismo,
y cuando quiero darme
cuenta
soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo
nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,
igual que tú,
el cabello largo.
Cuando sonríes,
yo te reconozco,
identifico tu perfil
primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como
sigues
siendo,
como serás ya siempre,
mientras te ame.
domingo, 1 de mayo de 2011
Mi unidad didáctica
Está dirigida a alumnos de 6º de Educación Primaria, con ella pretendo trabajar la literatura desde un punto de vista práctico y lúdico, provocando la respuesta en los alumnos y marcando el ritmo entre todos.
Con esta unidad se pretende trabajar la literatura desde distintos enfoques y relacionándola con otras áreas, de este modo el alumno podrá descubrir algunas de las muchas posibilidades que esta materia nos ofrece, incitándole a sumergirse en ella.
Se desarrollará en siete sesiones, cada día se hará una actividad diferente pero la base de todas ellas será un concurso. Desde el segundo día se dividirá a la clase en cinco grupos de cinco personas cada uno y juntos, tendrán que conseguir puntos tras finalizar la actividad diaria correspondiente. El equipo ganador se llevará un libro de “El príncipe de la niebla” para cada miembro.
Debido al gran abanico de autores que se ofrecen he decidido trabajar las propuestas de varios sin centrarme en uno.
El primer día se elaborará un abecedario para exponerlo en la clase de los más pequeños, se trabajará la creatividad y ellos mismos verán su esfuerzo reconocido ya que su trabajo será visto y analizado por todos.
El segundo día se trabajará la propuesta de Lorenzo Milani, pionero de la escritura colectiva, y también se seguirá a Gianni Rodari y Alcina Franch. Entre todos escribirán un cuento basándose en los tradicionales y clásicos como Los tres cerditos, Caperucita Roja, Cenicienta, etc.
Se trabajarán también los trabalenguas, las adivinanzas y el cómic, para que los alumnos descubran todas las posibilidades que tienen ante ellos y puedan elegir entre distintos géneros.
La interpretación ocupa un papel importante en esta unidad ya que habrá un día en el que los niños tendrán que hacer de actores y actrices de relatos muy diferentes, destacan aquí los autores: Gloria Fuertes, Shakespeare, Antonio Machado, Fernando G. Tejada y los hermanos Grimm.
Para concluir, destacar que durante los siete días se tendrán en cuenta las actitudes de los alumnos, el esfuerzo, el respeto hacia sus compañeros y el profesor, las exposiciones y los resultados finales.
Con esta unidad se pretende trabajar la literatura desde distintos enfoques y relacionándola con otras áreas, de este modo el alumno podrá descubrir algunas de las muchas posibilidades que esta materia nos ofrece, incitándole a sumergirse en ella.
Se desarrollará en siete sesiones, cada día se hará una actividad diferente pero la base de todas ellas será un concurso. Desde el segundo día se dividirá a la clase en cinco grupos de cinco personas cada uno y juntos, tendrán que conseguir puntos tras finalizar la actividad diaria correspondiente. El equipo ganador se llevará un libro de “El príncipe de la niebla” para cada miembro.
Debido al gran abanico de autores que se ofrecen he decidido trabajar las propuestas de varios sin centrarme en uno.
El primer día se elaborará un abecedario para exponerlo en la clase de los más pequeños, se trabajará la creatividad y ellos mismos verán su esfuerzo reconocido ya que su trabajo será visto y analizado por todos.
El segundo día se trabajará la propuesta de Lorenzo Milani, pionero de la escritura colectiva, y también se seguirá a Gianni Rodari y Alcina Franch. Entre todos escribirán un cuento basándose en los tradicionales y clásicos como Los tres cerditos, Caperucita Roja, Cenicienta, etc.
Se trabajarán también los trabalenguas, las adivinanzas y el cómic, para que los alumnos descubran todas las posibilidades que tienen ante ellos y puedan elegir entre distintos géneros.
La interpretación ocupa un papel importante en esta unidad ya que habrá un día en el que los niños tendrán que hacer de actores y actrices de relatos muy diferentes, destacan aquí los autores: Gloria Fuertes, Shakespeare, Antonio Machado, Fernando G. Tejada y los hermanos Grimm.
Para concluir, destacar que durante los siete días se tendrán en cuenta las actitudes de los alumnos, el esfuerzo, el respeto hacia sus compañeros y el profesor, las exposiciones y los resultados finales.
jueves, 28 de abril de 2011
La literatura en la escuela
Lo más importante al hablar de la didáctica de la Lengua y la Literatura, son los objetivos que se pretenden alcanzar ya que éstos fundamentan la base de la metodología y el aprendizaje en el alumno.
Con el tiempo, dichos objetivos han ido cambiando ya que a finales de la Edad Media los fines eran la retórica y el arte del discurso y actualmente lo que importa es la implicación del alumno en esta materia, la comprensión que de ella se tenga y el placer y gozo que ésta le provoque.
Este cambio producido a partir de la década de los ochenta ha traído algunas consecuencias que conllevan la participación del estudiante, como son: el fomento del uso de la biblioteca escolar, programas de animación a la lectura, talleres literarios, actividades de interpretación oral, etc.
Es necesario que el adulto, y con ello no me refiero sólo a maestros, sino también a padres, hermanos mayores, abuelos y personas con niños a su cargo, tengan en cuenta las distintas etapas lectoras por las que todos pasamos a medida que crecemos.
Aunque parezca increíble, a partir de los seis meses ya podemos poner en contacto al niño con los primeros libros, eso sí, repletos de imágenes mediante las cuales se empezará a desarrollar el sentido estético. Más adelante, las fotografías y dibujos se irán haciendo más complejos, y podrán ir acompañadas de narraciones hechas por un adulto, de manera que el pequeño vaya asociando significados a aquello que ve.
Otra fase es la de 4-6 años, en la que el código escrito empieza a resultar familiar y aquí, sobre todo, interesan las historias fantásticas donde los personajes principales sean animales; es importante que las lecturas estimulen la imaginación y provoquen placer, nunca deben verse como una imposición por parte del profesor ya que así lo único que conseguiremos es que el niño aborrezca la literatura.
El paso final, se da en la Educación Primaria, desde los seis a los doce años, cuando se pasa de lo infantil a lo juvenil, es ahí cuando se define el carácter lector del individuo y se decanta más por un género u otro.
Como he dicho al principio, lo primordial es la implicación y el gozo de la lectura en el niño y, por ello, es básico tener claros los criterios a la hora de elegir un libro. Se debe valorar la calidad de éste, es decir, el tema, estructura, los valores que aporte, incluso el precio y, por supuesto, que todo esto se adecúe a la competencia del lector, a sus intereses, personalidad y nivel que presente.
Nunca debemos cerrar el amplio abanico de posibilidades que la literatura ofrece a nuestros alumnos, ya que de ese modo les estaremos negando la posibilidad de que ellos mismos elijan el género que más les gusta y atrae, provocando así que más de un niño se desanime al no hallar algo que realmente le apasione. La libertad de elección frente a la imposición es un punto más a favor para conseguir el objetivo que perseguimos.
Actualmente, tenemos la ventaja de los grandes avances tecnológicos, algo que también podemos llevar al campo de la literatura, siempre con prudencia. Se puede mostrar a un niño la vida del autor del cuento que tanto le gusta mediante una película, un documental o un dvd, de este modo le resultará mucho más entretenido que el método memorístico y monótono que se ha seguido tiempo atrás.
Internet es una fuente importante de información que puede enseñar mucho, pero debemos ser conscientes de que al igual que ventajas, también tiene desventajas, ya que no siempre es fiable y en numerosas ocasiones podemos poner a los niños en peligro, por eso es necesaria la supervisión de un adulto en todo momento, o los programas de control para menores. Mediante la red, podemos tener acceso a una biblioteca virtual donde se pueden intercambiar opiniones, o extraer información de autores visualmente o a través de grabaciones en audio.
Tenemos un concepto erróneo de literatura, ya que inmediatamente se nos viene a la mente la expresión y creación escrita pero, ¿y la oral? Puede que ese haya sido un problema, el no darle la importancia que debería puesto que a través de narraciones orales, recitaciones y dramatizaciones, podemos sensibilizar a los alumnos, desarrollar su creatividad y su sentido crítico que les lleve a su vez a querer adentrarse más y más en el mundo de las letras.
Tanta importancia como la oral, tiene la expresión escrita, puesto que también nos permite diversas maneras de jugar con los textos, recrearlos mediante modificaciones, cambio de personajes, elegir un final u otro, y una gran variedad de métodos lúdicos como son las adivinanzas, trabalenguas o acertijos.
Para concluir, me gustaría recalcar la interdisciplinariedad que conlleva la literatura, puesto que mediante ella podemos estudiar otros saberes como es el caso de la historia, a través de cuentos de tradición oral podemos abrir un diálogo sobre el modo de vida que tenían hace años y que se refleja en las historias que aún nos llegan, y así se encenderá en los niños un afán por descubrir e investigar por ellos mismos, y con ello lograremos nuestro objetivo: su implicación.
Con el tiempo, dichos objetivos han ido cambiando ya que a finales de la Edad Media los fines eran la retórica y el arte del discurso y actualmente lo que importa es la implicación del alumno en esta materia, la comprensión que de ella se tenga y el placer y gozo que ésta le provoque.
Este cambio producido a partir de la década de los ochenta ha traído algunas consecuencias que conllevan la participación del estudiante, como son: el fomento del uso de la biblioteca escolar, programas de animación a la lectura, talleres literarios, actividades de interpretación oral, etc.
Es necesario que el adulto, y con ello no me refiero sólo a maestros, sino también a padres, hermanos mayores, abuelos y personas con niños a su cargo, tengan en cuenta las distintas etapas lectoras por las que todos pasamos a medida que crecemos.
Aunque parezca increíble, a partir de los seis meses ya podemos poner en contacto al niño con los primeros libros, eso sí, repletos de imágenes mediante las cuales se empezará a desarrollar el sentido estético. Más adelante, las fotografías y dibujos se irán haciendo más complejos, y podrán ir acompañadas de narraciones hechas por un adulto, de manera que el pequeño vaya asociando significados a aquello que ve.
Otra fase es la de 4-6 años, en la que el código escrito empieza a resultar familiar y aquí, sobre todo, interesan las historias fantásticas donde los personajes principales sean animales; es importante que las lecturas estimulen la imaginación y provoquen placer, nunca deben verse como una imposición por parte del profesor ya que así lo único que conseguiremos es que el niño aborrezca la literatura.
El paso final, se da en la Educación Primaria, desde los seis a los doce años, cuando se pasa de lo infantil a lo juvenil, es ahí cuando se define el carácter lector del individuo y se decanta más por un género u otro.
Como he dicho al principio, lo primordial es la implicación y el gozo de la lectura en el niño y, por ello, es básico tener claros los criterios a la hora de elegir un libro. Se debe valorar la calidad de éste, es decir, el tema, estructura, los valores que aporte, incluso el precio y, por supuesto, que todo esto se adecúe a la competencia del lector, a sus intereses, personalidad y nivel que presente.
Nunca debemos cerrar el amplio abanico de posibilidades que la literatura ofrece a nuestros alumnos, ya que de ese modo les estaremos negando la posibilidad de que ellos mismos elijan el género que más les gusta y atrae, provocando así que más de un niño se desanime al no hallar algo que realmente le apasione. La libertad de elección frente a la imposición es un punto más a favor para conseguir el objetivo que perseguimos.
Actualmente, tenemos la ventaja de los grandes avances tecnológicos, algo que también podemos llevar al campo de la literatura, siempre con prudencia. Se puede mostrar a un niño la vida del autor del cuento que tanto le gusta mediante una película, un documental o un dvd, de este modo le resultará mucho más entretenido que el método memorístico y monótono que se ha seguido tiempo atrás.
Internet es una fuente importante de información que puede enseñar mucho, pero debemos ser conscientes de que al igual que ventajas, también tiene desventajas, ya que no siempre es fiable y en numerosas ocasiones podemos poner a los niños en peligro, por eso es necesaria la supervisión de un adulto en todo momento, o los programas de control para menores. Mediante la red, podemos tener acceso a una biblioteca virtual donde se pueden intercambiar opiniones, o extraer información de autores visualmente o a través de grabaciones en audio.
Tenemos un concepto erróneo de literatura, ya que inmediatamente se nos viene a la mente la expresión y creación escrita pero, ¿y la oral? Puede que ese haya sido un problema, el no darle la importancia que debería puesto que a través de narraciones orales, recitaciones y dramatizaciones, podemos sensibilizar a los alumnos, desarrollar su creatividad y su sentido crítico que les lleve a su vez a querer adentrarse más y más en el mundo de las letras.
Tanta importancia como la oral, tiene la expresión escrita, puesto que también nos permite diversas maneras de jugar con los textos, recrearlos mediante modificaciones, cambio de personajes, elegir un final u otro, y una gran variedad de métodos lúdicos como son las adivinanzas, trabalenguas o acertijos.
Para concluir, me gustaría recalcar la interdisciplinariedad que conlleva la literatura, puesto que mediante ella podemos estudiar otros saberes como es el caso de la historia, a través de cuentos de tradición oral podemos abrir un diálogo sobre el modo de vida que tenían hace años y que se refleja en las historias que aún nos llegan, y así se encenderá en los niños un afán por descubrir e investigar por ellos mismos, y con ello lograremos nuestro objetivo: su implicación.
domingo, 24 de abril de 2011
...cuando creía estar más cerca estaba aún más lejos...
http://www.youtube.com/watch?v=q2z4JrZE920
En el principio había una oscuridad absoluta, la inmensa calma de la noche, después llegó ella y todo cambió. Hace mucho que dejé de buscar, ahora hay más calma.
Aprendí que es mejor esperar, ella vendrá cuando pueda o quiera, se que un día vendrá a estar conmigo.
Será porque pasó horas y noches enteras mirándome, nada más importa. Espero.
Pero no fue siempre así, después de conocerla mi vida cambió. Intenté seguirla. Por ella he cruzado mares, recorrí océanos, estuve a la deriva. Hice todo para encontrarla, cuando creía estar más cerca estaba aún más lejos.
Me sentí perdido sin saber que hacer, en medio del mar, el barco se hacía cada vez más apretado, el mundo más pequeño para tanta pasión. Entonces, cambié de vida. Con casa y cómodamente instalado creí irresistible mi propuesta, ¡pero ella huyó de nuevo!. Desesperado la perseguí de tejado en tejado, esclavo del deseo, prisionero del encanto que poco a poco me dejaba cada vez más solo...
Y el tiempo ha pasado, ahroa ya no corro, sólo espero. Lo demás no importa.
En el principio había una oscuridad absoluta, la inmensa calma de la noche, después llegó ella y todo cambió. Hace mucho que dejé de buscar, ahora hay más calma.
Aprendí que es mejor esperar, ella vendrá cuando pueda o quiera, se que un día vendrá a estar conmigo.
Será porque pasó horas y noches enteras mirándome, nada más importa. Espero.
Pero no fue siempre así, después de conocerla mi vida cambió. Intenté seguirla. Por ella he cruzado mares, recorrí océanos, estuve a la deriva. Hice todo para encontrarla, cuando creía estar más cerca estaba aún más lejos.
Me sentí perdido sin saber que hacer, en medio del mar, el barco se hacía cada vez más apretado, el mundo más pequeño para tanta pasión. Entonces, cambié de vida. Con casa y cómodamente instalado creí irresistible mi propuesta, ¡pero ella huyó de nuevo!. Desesperado la perseguí de tejado en tejado, esclavo del deseo, prisionero del encanto que poco a poco me dejaba cada vez más solo...
Y el tiempo ha pasado, ahroa ya no corro, sólo espero. Lo demás no importa.
lunes, 21 de marzo de 2011
La tristeza y la furia
En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta. En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...
Había una vez un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque. La furia, apurada, como siempre esta la furia, urgida, sin saber por qué, se bañó rápidamente y mas rápidamente aún, salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro, o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo, con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.
Jorge Bucay
Había una vez un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque. La furia, apurada, como siempre esta la furia, urgida, sin saber por qué, se bañó rápidamente y mas rápidamente aún, salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro, o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo, con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.
Jorge Bucay
lunes, 21 de febrero de 2011
A.P. Chéjov: Cuentos.
Tenía la impresión de que un mes bastaría para que la imagen de Anna Serguéievna se cubriera de niebla y de que sólo de vez en cuando soñaría con su conmovedora sonrisa, igual que le había sucedido antes con otras mujeres.
Pero pasó más de un mes, llegó lo más crudo del invierno y en su memoria el pasado seguía tan nítido como si se hubieran separado la víspera.
La intensidad de los recuerdos no paraba de crecer. Si en el silencio de la tarde llegaban hasta su despacho las voces de sus hijos, repasando la lección, u oía una romanza o un organillo en un restaurante o la nevasca ululaba en la chimenea, de pronto revivían los acontecimientos de aquellos días: la escena de muelle, el amanecer con lasmontañas cubiertas de niebla, el vapor de Feodosia y los besos.
Pero pasó más de un mes, llegó lo más crudo del invierno y en su memoria el pasado seguía tan nítido como si se hubieran separado la víspera.
La intensidad de los recuerdos no paraba de crecer. Si en el silencio de la tarde llegaban hasta su despacho las voces de sus hijos, repasando la lección, u oía una romanza o un organillo en un restaurante o la nevasca ululaba en la chimenea, de pronto revivían los acontecimientos de aquellos días: la escena de muelle, el amanecer con lasmontañas cubiertas de niebla, el vapor de Feodosia y los besos.
jueves, 30 de diciembre de 2010
Mi hermano
"Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos.
Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y lo que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.
Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine... aunque ello me costara el final de la película..."
La música retumbaba en mi cabeza en aquella discoteca, y el humo me impedía apenas ver, por eso decidimos irnos a casa, y como no, yo salí primero de aquel antro.
Fue entonces cuando la vi, aquella primera imagen no se me olvidará jamás, era rubia, de estatura media, y sus ojos…¡ay qué ojos!, me enamoré de ella nada mas verla. Aquella preciosidad fijó su mirada en mí, o eso creía yo hasta que me di la vuelta y… ahí estaba Pablo, con su estúpida sonrisa camelándola desde la distancia.
Observé como ambos se acercaron, se presentaron y empezaron a reír, entonces mi querido hermano me dijo que me fuera yo solo a casa, pero no era justo, ¡yo la vi primero!.
A partir de ese día tuve que soportar las visitas de Eva a mi casa continuamente, la cara de estúpido de Pablo cada vez que hablaba de ella, y el poco caso que éste me hacía.
Llegó la noche de nochevieja, los dos nos pusimos un traje negro, nos echamos la misma colonia y nos hicimos ese peinado que tanto nos gusta a nosotros y tan poco a nuestra madre; he de reconocer que íbamos bastante irresistibles.
De repente sonó el timbre, y antes de que Pablito se me adelantase, fui corriendo a abrir la puerta, de repente Eva, al verme tan guapo se abalanzó sobre mi dándome un apasionado beso.
Mientras disfrutaba de esos labios tan suaves y carnosos alguien irrumpió en la habitación:
-¡Serás desgraciado! ¡quita tus manos de mi novia!
Entonces Eva, avergonzada, corrió detrás de Pablo disculpándose, y fue ahí cuando supe que había llegado el momento de vengarme, esa chica me pertenecía desde siempre.
Esperé unos días en los que mi gemelo no me dirigía la palabra, y tampoco a su novia, entonces una noche irrumpí en su habitación y lo maté, y lo hice de tal forma en que pareciera que se había suicidado, que YO me había suicidado.
Todos pensaron que no pude soportar la presión a la que estaba sometido tras aquella discusión, vi mi propio entierro y, lo mejor de todo, Pablo y Eva volvieron juntos y ahora están felizmente casados.
Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y lo que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.
Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine... aunque ello me costara el final de la película..."
La música retumbaba en mi cabeza en aquella discoteca, y el humo me impedía apenas ver, por eso decidimos irnos a casa, y como no, yo salí primero de aquel antro.
Fue entonces cuando la vi, aquella primera imagen no se me olvidará jamás, era rubia, de estatura media, y sus ojos…¡ay qué ojos!, me enamoré de ella nada mas verla. Aquella preciosidad fijó su mirada en mí, o eso creía yo hasta que me di la vuelta y… ahí estaba Pablo, con su estúpida sonrisa camelándola desde la distancia.
Observé como ambos se acercaron, se presentaron y empezaron a reír, entonces mi querido hermano me dijo que me fuera yo solo a casa, pero no era justo, ¡yo la vi primero!.
A partir de ese día tuve que soportar las visitas de Eva a mi casa continuamente, la cara de estúpido de Pablo cada vez que hablaba de ella, y el poco caso que éste me hacía.
Llegó la noche de nochevieja, los dos nos pusimos un traje negro, nos echamos la misma colonia y nos hicimos ese peinado que tanto nos gusta a nosotros y tan poco a nuestra madre; he de reconocer que íbamos bastante irresistibles.
De repente sonó el timbre, y antes de que Pablito se me adelantase, fui corriendo a abrir la puerta, de repente Eva, al verme tan guapo se abalanzó sobre mi dándome un apasionado beso.
Mientras disfrutaba de esos labios tan suaves y carnosos alguien irrumpió en la habitación:
-¡Serás desgraciado! ¡quita tus manos de mi novia!
Entonces Eva, avergonzada, corrió detrás de Pablo disculpándose, y fue ahí cuando supe que había llegado el momento de vengarme, esa chica me pertenecía desde siempre.
Esperé unos días en los que mi gemelo no me dirigía la palabra, y tampoco a su novia, entonces una noche irrumpí en su habitación y lo maté, y lo hice de tal forma en que pareciera que se había suicidado, que YO me había suicidado.
Todos pensaron que no pude soportar la presión a la que estaba sometido tras aquella discusión, vi mi propio entierro y, lo mejor de todo, Pablo y Eva volvieron juntos y ahora están felizmente casados.
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